Fin de la autoflagelación

Eres impetuosa para las cosas negativas, pero no guardas en tu corazón el mismo ímpetu para exacerbar lo positivo en ti, lo hermoso de ti, lo grande de ti. Creo que al final, todos somos un poco así.

Espero que los tiempos por venir sean el fin de la autoflagelación y se abran las crisálidas para ver volar las mariposas.

Te tuve, te perdí…

Te tuve. Te perdí.
Y cuando te tuve por primera vez
Te había tenido desde siempre,
Y cuando te perdí, ya no te había tenido nunca.
Se nos tuvo, lo teníamos, nos tenían.
No. No te perdí. Nos perdieron.
Lo perdimos. Se nos perdió.
Te quiero. No te quiero. Nos quisimos.
Nos querían, lo quisimos,
tú lo quisiste y yo sigo queriéndolo.
Vuelves, me voy. Te vas, regreso.
Y la herida más fresca cada vez
y cada vez el corazón más viejo,
y cada vez más joven la alegría
porque te tuve, porque te quiero.

Autor

Chuchú Martínez

P.D.: Para mí, por todo lo perdido y lo que aún se conserva en el corazón

Sembré en tu cuerpo

Sembré en tu cuerpo mi amor
arándote los barbechos,
valles, colinas y pechos,
ríos, neblina, sudor.
Sembré todo mi dolor,
sembré en ti mis decepciones,
y ahora crecen decisiones
donde no esperaba nada.
Primavera alborotada
desatada en mis cojones.

Autor
Chuchú Martínez

P.D. Para ella, para la primaver que todavía hoy sigue derramando flores.