Wednesday, September 27, 2006

Divagaciones

Mi querida Syl:

Llevo días pensando en nuestra conversación sobre feminismo y todas las dudas, estigmas y conceptos errados que recaen sobre el término. Te veo a ti y pienso en mí, en mis amigas, en todas las mujeres que llevan otro nombre y hoy las nombro con el tuyo. Y te escribo esta nota a ti, que es para todas y todos los que tienen ciertas confusiones.
Lo primero es el interés, el interés de conocer y comprender que feminismo no es el antónimo de machismo y mucho menos un sinónimo de hembrismo.
Este es un movimiento político que inicia formalmente más o menos para fines de 1700, en donde algunas mujeres comenzaron a luchar por obtener los mismos derechos políticos y laborales que los hombres. Esta historia, que después te contaré, puedes encontrarla en cualquier parte de Internet o libros sobre movimientos sociales y políticos. Te recomiendo que busques sobre orígenes del movimiento feminista o lo que se conoce como Primera Ola del Feminismo, Segunda Ola del Feminismo, con estos términos verás algunos fundamentos históricos en los que veras las bases de lo que construye movimiento político feminista.
La historia depende desde donde te ubicas para leerla o contarla, por ejemplo, tú eres ciudadana, tienes derecho a votar y a estudiar y a ejercer una profesión, nada más y nada menos que por el Feminismo, no por otra cosa. Es un movimiento político que trabajó en su primer momento por la emancipación y participación pública de la mujer para que tú hoy en días puedas ser en función tuya, no en función de tu padre o de tu marido.
Hoy, mi pequeña, somos ciudadanas porque ha habido locas que como una Olympe de Gouges que a pesar de ser considerada radicales defendió nuestro derecho con su propia cabeza en la guillotina. (Primera Ola del Feminismo). Hubo quienes perdieron también la patria y las amistades pues en esos tiempos, pensar en que una mujer pudiera votar, estudiar y trabajar eran un agravio mayor a las costumbres sociales de la época, hoy lo vemos como algo normal. Pero lo normal varía de tiempo en tiempo y de país en país.
Estas son algunas de las luchas del feminismo, pero evidentemente, cuando el patriarcado se ve amenazado en su contenido y forma, lanza acusaciones absurdas sobre las nuevas propuestas como extremistas, radicales y locas.
Lo que digo es hay una historia escrita con sudor y sangre por la libertad, por los derechos que hoy tenemos. Creo que todas y todos deberíamos darle una mirada crítica a cómo se van dando estos cambios y cómo es que las mujeres llegamos a estar públicamente donde estamos hoy. Es importante tener entendimiento del por qué el mundo actual está ubicado en donde está, y que lo que se propone tiene bases y antecedentes no un cambio arbitrario, es la continuación de un proceso que se ha venido dado de forma lenta pero consistente.
Dejaré algunas preguntas al aire para la reflexión:
¿Desde dónde venimos arrastrando las mujeres esta historia de sumisión, cómo era antes, que tiene que ver la religión con esto? ¿Por qué las religiones originarias hablaban de divinidades máximas como hembra y macho y no únicamente del varón? ¿Como era la relación entre los hombres y su manejo de poder en el Imperio Romano siglos III, VI y V (épocas en las cuales se va constituye la iglesia católica como institución) y que motivos políticos y económicos provocan esta constitución?
Para terminar por este lado, propongo darle una mirada bien panorámica al tema, ir reconociendo las múltiples aristas que se deben tomar en cuanta antes de hacer un juicio a priori sobre el feminismo y sobre todo hacer una reflexión personal para entender donde estamos y que queremos para después.

1 comment:

Anonymous said...

Tengo una semana que he soñado con usted, soñando que hacemos el amor, que me cubres con tu pelo, que me llenas de ti, de tu fiebre que me ha hecho extasiar tanto en ellos;
Quisiera que ese Dios del sueño siempre me de ese placer infinito de soñar siempre con usted, con que pueda conocerla.
Me fascina como escribe, sigue haciendolo y deleitando a todos los que la leemos.