Creo que con la información anterior, presento un marco claro y definido para saber que el hablar de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, abre un compás amplio para el debate y la presentación de diversas posturas tanto en contra como a favor.
Y es en este punto en el que quiero dejar claro que los derechos sexuales y los derechos reproductivos no son una y la misma cosa. Ya que hoy en día la reproducción no va obligatoriamente de la mano con las prácticas sexuales.
Según la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo:
“La salud reproductiva es: un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos."
"La salud sexual es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual".
(CIPD párrafo 7.2)
La organización Panamericana de la Salud define la sexualidad como:
“La integración de los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales de un ser humano de maneras que permiten un enriquecimiento positivo y mejoran la personalidad, la comunicación y el amor. Cada persona tiene el derecho a recibir información sexual ya considerar las relaciones sexuales por placer y aquellas destinadas a la procreación”
Es a partir de estas definiciones que se produce escozor, pues para el sustrato religioso, que sostiene moralmente en la sociedad, la única función de las relaciones sexuales es la procreación.
Por otra parte, los estados, en sus ansias de crecimiento o no, establecen políticas basándose en sus agendas económicas y no en las necesidades y deseos de las personas.
En el caso de la gente joven, que es el tema que nos convoca, es en donde principalmente se mantiene el debate sobre la educación sexual o no. Y esto en nuestro país, ha provocado mucho revuelo en los medios y en la sociedad en general. Hablar de educación sexual, es respetar los derechos de las niñas, niños y adolescentes a tener acceso a información y servicios de calidad, según consta en el Programa de acción adoptado en la Conferencia internacional de población y desarrollo del Cairo.
Creo que es importante tener claro que cosas se incluyen cuando abordamos el tema de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, entendiendo que la gente joven al ser gente, también gozan de los mismos, pues van son parte de los derechos humanos y estos son inalienables.
Menciono algunos de los derechos reproductivos:
- derecho de las personas para controlar y decidir sobre su propio cuerpo;
- derecho a recibir servicios de salud de calidad donde no exista discriminación en relación con la edad, sexo, orientación sexual, estado civil;
- derecho a recibir información sobre métodos de planificación familiar seguros, tener acceso a ellos y poder elegirlos libremente sin ningún tipo de coacción;
- derecho a la atención durante el embarazo, el parto y después de un aborto, entre otros.
En cuanto a los derechos sexuales:
- derecho a disfrutar de la sexualidad sin necesidad de procrear
- derecho a la libre elección de prácticas sexuales,
- derecho a formar o no una familia y a elegir libremente la estructura de ésta;
- derecho a vivir una vida libre de violencia sexual: libertad para decidir tener relaciones sexuales o no, el momento y la pareja,
- derecho a que se respete en la intimidad,
- derecho a la libre expresión de su orientación sexual, así como la regulación de las distintas situaciones que se desprenden de su ejercicio cotidiano, y
- derecho a recibir información y/o educación sobre sexualidad, entre otros.
Es una obligación del estado, dar educación sexual a niñas, niños y adolescentes en los centros escolares, sin importar lo que piensen ni los católicos, ni los mormones, ni los musulmanes. Es un derecho humano que no depende de la creencia religiosa que profesa un grupo.
En mi apreciación personal, los mejores y más significativos aportes de la falta de educación sexual en los colegios se refleja en las estadísticas de que se manejan a nivel mundial y nacional, en donde queda claro que las relaciones sexuales sin una debida protección aumentan el riesgo de embarazos no deseados, y alumbramiento a muy temprana edad, producción de abortos clandestinos, contagio de enfermedades de transmisión sexual y transmisión intergeneracional de la pobreza.
La falta de conocimientos y acceso a métodos de anticoncepción, así como la vulnerabilidad a los abusos sexuales, pone a la niña y a la adolescente en un mayor riesgo de embarazos no deseados.
En países subdesarrollados, la mortalidad materna en niñas menores de 18 años es de dos a cinco veces mayor que en mujeres de 18 a 25 años. Globalmente, más de la mitad de las nuevas infecciones del HIV, son contraídas por niños y adolescentes entre 15-24 años de edad, a veces menores. La mayoría de los embarazos en adolescentes y niñas se producen por un adulto mayor de edad.
Ahora, hagamos un análisis objetivo sobre la educación sexual en nuestro país y cuantos de estos puntos se practican realmente. ¿Cuántas de nuestras jóvenes conocen esta información y saben que tienen derecho a obtener métodos anticonceptivos y atención gratuita sin la censura de los padres, derecho a recibir atención médica después de un aborto, sin ser denunciadas? ¿Cuántas saben que en la primera relación sexual, se puede quedar embarazada, cuántas saben que el método del ritmo es inseguro? ¿Conocen las opciones? ¿Cuántas saben que tienen derecho a saber?
La sexualidad humana es un terreno vasto y en donde no todo está dicho aun. Creo que en vez de desconfiar en cada paso que dan nuestros jóvenes, deberíamos comenzar asegurarnos de facilitarles información, dándoles así las herramientas para puedan elegir, para que tengan opciones. De seguir en negación con respecto al tema, la única opción que les estamos dando es la de seguir contagiándose, embarazándose y muriendo.
Samirah Armengol G. 2007©