Democracia

La Prensa
Panamá, miércoles 21 de marzo de 2007

Democracia... La palabrita más (ab) usada

Llenarse la boca con la democracia es tan fácil como no practicarla. Galería de antónimos.
Hoy vamos a darle un giro a este diccionario de la ciudadanía porque, a veces, la única manera de lograr algo es conociendo al enemigo.
Todo ello dicho de manera eufemística, pero con plena conciencia. Porque la palabra que abordamos hoy es "Democracia", con la misma D con la que se escribe demagogia, deseo, dominación o desarrollo. Así que, con mucho cuidado, deslicémonos hoy por los antónimos filosóficos de la democracia para saber identificar cuándo el término se ha vaciado de contenido. En la próxima entrega abordaremos la palabra en positivo.

Oclocracia
Aristóteles clasificaba en tres las degeneraciones de la democracia: tiranía, oligarquía y oclocracia. Se trata, en el último caso, de una democracia que manipula la voluntad de una mayoría poco informada.
Es decir, una democracia formal apoyada en la desinformación y el embrutecimiento de los ciudadanos que conviven en ese sistema adormecidos por la ignorancia. Sin comentarios.

Tiranía de la mayoría
Habitual prostitución de la democracia. Una mayoría gana unas elecciones democráticas de una manera limpia pero, una vez en el poder, aplica una política unidireccional que no contempla sino que aplasta a las minorías que no están de acuerdo con su modelo.
Ocurrió en el pasado y sigue sucediendo en el presente, con ataques a la libertad de expresión de la oposición, con limitaciones para el ejercicio de los derechos cívicos, etcétera. Miren hacia el sur.

Plutocracia
El dinero es lo que importa y esto, que es una evidencia cuasi absurda, se convierte en un problema cuando el poder político en una democracia se cimenta en el poder económico.
Así, los representantes de los ciudadanos en la democracia responden, no a los intereses de éstos, sino a los de los poderes económicos que los apoyaron durante la campaña; las leyes son redactadas o modificadas en función de intereses particulares de empresarios o grupos económicos, y los mismos son capaces de influir definitivamente en el nombramiento de funcionarios de alto nivel en el gobierno o en el poder judicial. ¿Les suena?

Cleptocracia
Este es de lo más normalito, pero ponerle nombre relaja. El poder político, en este caso, se basa en el robo de capital mientras se está en posiciones de gestión del Estado.
La democracia se acaba en las urnas y las autoridades construyen un modelo apoyado en la corrupción y la excesiva burocracia. El clientelismo político, el nepotismo y el control de los poderes, para garantizar la impunidad de estos ladrones, completan el sistema.

Partidocracia
Es el sistema democrático donde hay una especie de dictadura de los partidos, que impide la participación de nuevos actores sociales y niegan cualquier canal de debate o discusión que no sea a través de ellos. Hay una protección casi gremial del poder desde los partidos tradicionales.