Monday, April 30, 2007

:)

Tengo una sensación de llanto y alegría en la frente. Creo que de todas las cosas esperadas, de todos los hechos soñados, uno de los que ni siquiera me habían pasado por la cabeza era verla a ella.

Con sus grandes ojos de avellana transmutando la luz y la palabra, con toda esa noche derramada por sus hombros, tan larga como la noche en donde reposa ahora su amor.
Creo, hoy principalmente creo que soy una mujer dichosa al mirarme en los ojos que él tantas veces miró. Al poder mirarme en los ojos que lo amaron en cada mirada.


No importa cuan hostil sea el bosque, no importa cuantas brujas se muevan por ahí, finalmente encontré a mi hada madrina. Ella que fue toda la primavera en sus cojones. Ella que de su boca me ha dicho, que se amaron mucho porque el no hablaba italiano y ella no sabía español… y es que el amor dura la eternidad del silencio. Creo que el amor es como los gatos, se asusta con el ruido. Ella fue la que más, la que para siempre, la que aún hoy…

Definitivamente soy una mujer afortunada.

1 comment:

Carlo said...

Definitivamente eres una mujer afortunada. Siempre es rico poder darse cuenta que existen todavía ideales e idealistas. Un verdadero alivio en estos tiempos de desesperación. Ciao.