Horarios
De 8.00 am a 4.00 pm estoy en un lugar en el cual no encajo, tomando en cuenta que yo usualmente no encajo en ninguna parte, pero dada mi gran versatilidad para la fácil adaptación ( o abstracción) creo que lo sobrellevo con gallardía.
Entro a las 7.30 am, porque el gobierno nacional supone que así ahorra energía eléctrica, aunque los aires acondicionados estén casi que rozando el bajo 0°. Llego a las 8 aunque entro media hora antes, pero en tres meses no he logrado aún despertarme a tiempo. Al fin de cuentas, el tiempo no existe como todo lo que hay, en ese no es real.
Carencias
La máquina de café no sirve, necesito café. Yo acepto mis incapacidades (¿o son discapacidades?) en fin, no hay café. ¿Cómo es posible que en un lugar en dónde los salarios oscilan entre el mínimo y el "un poquito después del mínimo" la máquina del café barato no funcione? Es irracional, sobre todo porque ni siquiera es sabroso, pero al menos es café.
Sí, en tiempos cómo estos, trabajando en un lugar cómo ese, estudiando tanto para "un futuro mejor", una comienza a resignarse (conformarse) con el café malo, de la máquina que JAMÁS está en servicio.
Relaciones Interpersonales
No hay mucho respeto por parte de los funcionarios para los directivos y personal técnico, lo que si abunda es el temor. Las jerarquías son tan evidentes en esas miradas asesinas y fastidiadas.
Las jerarquías son como los malos polvos, siempre terminas sonriendo después de fingir un par de orgasmos y estés completamente insatisfecha.
Por mi parte he notado que hay elementos que elevan la categoría ciudadana de quienes nos movemos por ese largo pasillo llamado ministerio.
Por ejemplo:
- Comprar rifas a las funcionarias (siempre para una causa tan buena que nadie entiende)
- Comprar en la tiendita ilegal de la recepcionista de mi dirección
- Sentarse a comer en la cafetería pública (el comedor 84)
- Vestir de colores llamativos (pero con faldas a media rodilla y sacos de manga corta. El acrílico en las uñas es de rigor)
- Comprar fiao (a crédito) (esto te hace muy humano, no presuntuoso como aquellos que cobran y que además ganan bastante)
Herramientas a favor
Tener las nalgas grandes... aquí llegamos dónde teníamos que llegar. Un culo responsable inspira respeto. Siempre debe estar asfixiado dentro de ropa muy justa, demostrando el poder corporal que se tiene. Me llama la atención que las mujeres que dirigen departamentos y tienen puestos importantes no tienen nalga... todas son lindas, delgadas, de buen vestir, de mirada esquiva y falso reír (Rubén Blades). Las mujeres de verdad tienen las uñas largas, hablan de peróxido en todos sus tonos y contonean sus grandes traseros de manera llamativa para hacer notar "quién tiene el poder".
Es evidentemente una cosa sexual, una mujer que ostenta tan monumental figura, es una mujer de poder, en su casa, en su barrio, en su oficina. Esos traseros hablan de la edad, de los hijos paridos, de los hombres vividos, del tiempo que llevan sentadas en esos escritorios grises y empolvados.
Yo a pesar de vestir de manera diferente (rara y medio hippie), de ser amiga de las raras, de ser personal técnico y llevar las uñas de los pies cortas, tengo algo 100% a mi favor. Soy una mujer de gran proporción en la retaguardia.
Bendita sea mi nalga entre las de todas esas mujeres y esta herencia genética que me permite hablar con el tono adecuado, para decir algo en una entrada y que se escuche al final del ministerio.
3 comments:
Mira tu, mira que no lo habia pensando asi..pero tienes toda la boca llena de razon (la van damme)
Genial! ahora solo falta un romance de oficina, usando falda corta, en ese frio desgraciado, y después refrescarte con un café. (Y me reservo el respectivo comentario sobre el culo :=)
Si, Bentida sea tu nalga, y que nalga!!!! Que se abra el cielo en dos para bendecir una perfecta estructura de la naturaleza!!!! Si existiera la categoria nalgas dentro de las 8 maravillas del mundo... ya sabes cual seria #1!!!!
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