Ochún (Yalorde)

Hoy contaré la historia de la hermosa Ochún, hija mejor de Olodumare.
Ella representa el amor y la protección. Es la dueña de la sensualidad, la prosperidad, la riqueza, la buena ventura, toda la dulzura y toda la amargura. Tiene todo el poder de las aguas dulces, los arroyos, manantiales y ríos, personificando la fertilidad.
A pesar de ser la mas joven de los orichas, tiene el título de Iyalorde o Gran Reina.

Posee y da el don de la sanación a sus hijas, cura con sus dulces aguas y con la miel, de la cual es también dueña. Para agradar a Ochun hay que ser obediente y astuto, siempre brindarle ron, tabaco y miel. Tener un espíritu alegre y bailarle en cada celebración. Ella es la primera defensora de sus hijos, no perdona la traición y todo su amor se puede transformar en ira acabando brutalmente si uno de sus hijos o hijas es lastimado. Es la mas caprichosa de los Orichas y la favorita del Creador del mundo.
Coqueta y provocadora, cuida del fuego del hogar y del vientre de las mujeres.

Una vez salvó al mundo seduciendo a Ogún para que saliese de los bosques, utilizando para ello todas sus artes femeninas. Es el amor eterno y amante de Changó, ya que nunca se casaron por orden directa de Olodumare (el único capricho que no le concedió) ; íntima amiga de Elegguá, quien la protege incondicionalmente. Se representa como una mulata bella, simpática, buena bailadora, fiestera y eternamente alegre aun cuando esta triste, lo disimula bien. Es provocadora y suele propiciar riñas entre los orishas y los hombres.

Ella se reconoce a si misma en los colores amarillo y oro, y su número es el cinco en todos sus múltiples. Los pavos reales, los canarios, los loros grises africanos de cola roja, los buitres son suyos, y frecuentemente los utilizamos para representarla. Sus piedras son las perlas y los rubies, su metal el oro.

Es también la dueña de la sangre que corre por nuestras venas y con ella nace la palabra en el ser humano y la vida.